16 rasgos de las personas altamente sensibles
THE HUFFINGTON POST | Amanda
Chan
¿Crees que reflexionas sobre cualquier
cosa más que los demás? ¿Te preocupas por los sentimientos de
otras personas? ¿Te gustan los ambientes más tranquilos, menos
caóticos?
Si te sientes identificado con lo
anterior, puede que seas una persona muy sensible. Estos rasgos de
personalidad (que comenzó a investigar Elaine N. Aron a principios
de los 90) son relativamente comunes; una de cada cinco personas los
posee. Aron, que ha escrito múltiples artículos y libros sobre la
sensibilidad, entre ellos The
Highly Sensitive Person (en español, El
don de la sensibilidad), también
desarrolló un test (que
puedes probar aquí) para ayudar a determinar si eres una persona
altamente sensible.
Si bien es cierto que ha aumentado el
interés por la introversión (debido, especialmente, a las
publicaciones sobre el tema, como el libro de Susan Cain Quiet,
en español, El
poder de los introvertidos), y que ahora
somos más conscientes de estos rasgos de personalidad, Aron también
destaca que la gente altamente sensible sigue considerándose una
"minoría".
Pero "minoría" no es sinónimo de malo. De hecho, ser altamente sensible tiene numerosas características positivas. Aquí tienes algunas de las cualidades que comparte la gente altamente sensible.
1. Sienten con mayor
intensidad. "Les gusta procesar las
cosas a un nivel más profundo", afirma Ted Zeff, autor de The
Highly Sensitive Person’s Survival Guide.
"Son muy intuitivos, y llegan hasta el fondo de las cosas para
llegar a descubrirlo todo".
2. Son más reactivos
emocionalmente. La gente más sensible
reacciona más
frente a cualquier situación. Por ejemplo, mostrarán más empatía
y preocupación por los problemas de un amigo, según explica Aron.
También suelen preocuparse más por la reacción de otra persona
ante a un suceso negativo.
3. Probablemente estén
acostumbrados a oír: "No te lo tomes de forma personal" o
"¿Por qué eres tan sensible?"
Dependiendo de la cultura, la sensibilidad se puede considerar un
valor añadido o, por el contrario, algo negativo, nos cuenta Zeff.
En algunas de sus investigaciones, Zeff afirma que, en Norteamérica,
la gente se burla con frecuencia de los hombres altamente sensibles
(tal y como reconocieron los entrevistados), mientras que en otros
países como Tailandia e India, los hombres sensibles no suelen ser
objeto de burla, según afirmaron en las entrevistas. "Por lo
tanto, tiene mucho que ver con la cultura; en algunas sociedades, que
te digan '¡Qué sensible eres!' puede ser algo bueno", explica.
4. Prefieren hacer ejercicio
solos.
La gente altamente sensible tiende a
evitar los deportes de equipo, en los que parece que todo el mundo
está observando tus movimientos, argumenta Zeff. En su estudio, la
mayoría de las personas sensibles a las que entrevistó prefería
deportes individuales, como hacer bicicleta o senderismo y salir a
correr. Sin embargo, esto no siempre se cumple; también hay gente
altamente sensible que, gracias a la comprensión y al apoyo de su
familia, tiene más facilidad para participar en deportes de grupo,
afirma Zeff.
5. Les cuesta más tomar
decisiones. Las personas altamente
sensibles son más conscientes de las sutilezas y de los detalles que
dificultan la toma de decisiones, asegura Aron. Aunque no haya una
decisión "acertada" o "equivocada" (por ejemplo,
a la hora de elegir el sabor de un helado), las personas más
sensibles tienden a tardar más en decidirse, puesto que sopesan
cualquier consecuencia posible. Como aconsejaba Aron en su Comfort
Zone Newsletter, "tómate todo el
tiempo que la situación te permita y, si es posible, pide más
tiempo si lo necesitas". "Cuando tengas que decidirte,
piensa por unos momentos (un minuto, una hora, un día, una semana)
que ya has tomado una decisión concreta. ¿Qué te parece? A menudo,
desde fuera, la decisión adquiere otras dimensiones, y te da la
posibilidad de ver tu caso con más claridad", sugiere. Por otra
parte, cuando una persona altamente sensible llega a la conclusión
de cuál es la decisión adecuada y cuál no en una situación
determinada, llevará a cabo con rapidez esa misma decisión en
ocasiones futuras.
6. Se sienten más
decepcionados que los demás al tomar una decisión "equivocada".
¿Has experimentado alguna vez ese sentimiento desagradable al
descubrir que has tomado una decisión errónea? En el caso de las
personas altamente sensibles, "esa sensación se amplifica, pues
su reactividad emocional es más alta", explica Aron.
7. Son muy muy observadores.
7. Son muy muy observadores.
Las personas altamente sensibles son
las primeras en darse
cuenta de los detalles de una habitación, de los zapatos que
estrenas, o de los cambios del tiempo.
8. No todas las personas
sensibles son introvertidas. De hecho,
según Aron, alrededor de un 30% de las personas altamente sensibles
son extrovertidas. La especialista asegura que muchas veces, las
personas sensibles y extrovertidas han crecido en una comunidad
estrechamente unida (puede que vivieran en un barrio residencial, en
un pueblo pequeño, o que tuvieran mucha relación con sus
familiares), por lo que les resulta más fácil interactuar con la
gente.
9. Trabajan bien en ambientes
de equipo. Ya que las personas altamente
sensibles les dan muchas vueltas a las cosas, trabajan muy bien en
equipo, explica Aron. No obstante, son más adecuadas para puestos en
los que no tienen que tomar una decisión final. Por ejemplo, si una
persona sensible forma parte de un equipo médico, será buena
analizando los pros y los contras que implica la operación de un
paciente, pero es preferible que sea otra persona la encargada de
decidir si ese paciente debe operarse o no.
10. Son más propensos a la
ansiedad o la depresión (pero solo si han vivido experiencias
negativas en el pasado). "Si has
experimentado momentos malos en tu vida, sobre todo de pequeño
(falta de seguridad en casa o en la escuela), tu sistema nervioso
está activado para sentir ansiedad", explica Aron. Pero esto no
quiere decir que todas las personas altamente sensibles vayan a tener
ansiedad; de hecho, un entorno comprensivo es una buena medida de
protección frente a la ansiedad. Los padres de niños altamente
sensibles tienen que "asumir que sus hijos son estupendos, pero
que hay que saber cómo tratarlos", afirma Aron. "No debes
pecar por exceso de protección, pero tampoco por defecto. Tienes que
valorarlos de tal manera que, desde jóvenes, tengan confianza en sí
mismos y sepan que pueden hacer bien las cosas".
11. Los sonidos desagradables pueden ser bastante más molestos para una persona altamente sensible. Si bien es cierto que, en general, a casi nadie le gustan los ruidos molestos, las personas altamente sensibles son aún más sensibles al caos y al ruido. Esto se debe a que tienden a sentir más fatiga o estimulación por un alto nivel de actividad, cuenta Aron.
11. Los sonidos desagradables pueden ser bastante más molestos para una persona altamente sensible. Si bien es cierto que, en general, a casi nadie le gustan los ruidos molestos, las personas altamente sensibles son aún más sensibles al caos y al ruido. Esto se debe a que tienden a sentir más fatiga o estimulación por un alto nivel de actividad, cuenta Aron.
12. Las películas violentas
son las peores.
Puesto que las personas altamente
sensibles son más propensas a la empatía y a la sobrestimulación,
las películas violentas o de miedo no les van mucho, afirma Aron.
13. Lloran con más facilidad.
Esta es la razón por la que es importante no avergonzar a las
personas sensibles por su condición, explica Zeff. Si sus amigos y
su familia se dan cuenta de que esa es su forma de ser, y la aceptan,
no verán el "llanto fácil" como algo de lo que deban
avergonzarse.
14. Son muy educados. Las personas altamente sensibles son muy cuidadosas, asegura Aron. Por ello, suelen mostrarse más consideradas con la gente y tienen muy buenos modales. También tienden a darse cuenta antes de que alguien no se está comportando bien. Por ejemplo, las personas más sensibles son más conscientes de dónde han dejado su carrito de la compra, no por temor a que alguien se lo robe, sino porque no quieren molestar a nadie al bloquearle el paso.
14. Son muy educados. Las personas altamente sensibles son muy cuidadosas, asegura Aron. Por ello, suelen mostrarse más consideradas con la gente y tienen muy buenos modales. También tienden a darse cuenta antes de que alguien no se está comportando bien. Por ejemplo, las personas más sensibles son más conscientes de dónde han dejado su carrito de la compra, no por temor a que alguien se lo robe, sino porque no quieren molestar a nadie al bloquearle el paso.
15. Son más sensibles a las
críticas. Las personas altamente
sensibles reaccionan
a las críticas de forma más intensa. Como consecuencia, a veces
emplean algunas tácticas para evitar las críticas, como por
ejemplo, tratar de agradar siempre a la gente, criticarse a sí
mismos, o evitar mostrar el origen de las críticas, de acuerdo con
Aron.
"Si alguien te dice algo negativo, tú puedes responder que te da igual, y nadie se sentirá ofendido. Pero, si se tratara de una personas altamente sensible, se lo tomaría muy a pecho", afirma Zeff.
"Si alguien te dice algo negativo, tú puedes responder que te da igual, y nadie se sentirá ofendido. Pero, si se tratara de una personas altamente sensible, se lo tomaría muy a pecho", afirma Zeff.
16. Un cubículo cerrado, bien.
Oficinas abiertas, mal.
Al igual que prefieren hacer ejercicio
solas, las personas sensibles también prefieren trabajar en un
entorno individual. Zeff explica que a muchas personas sensibles les
gusta trabajar desde casa o ser autónomos, porque así pueden
controlar los estímulos de su lugar de trabajo. Según Zeff, los que
no tienen el lujo de poder elaborar sus propios horarios de trabajo
flexibles, prefieren trabajar en espacios pequeños y cerrados, donde
tienen más privacidad y menos ruido.
Traducció de l'anglès al castellà
de Marina Velasco Serrano
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